Guía estándar para todos los programas:

 

Los programas que a continuación se presentan están basados en el entrenamiento y adquisición de habilidades sociales en las que se implican tanto componentes verbales como no verbales.

 

Son programas ya puestos en marcha en diferentes centros de atención a personas con discapacidad psíquica. Todos ellos se basan en una guía de pasos estándar a tener en cuenta y modificar en función de la habilidad que se va a entrenar.

 

La sucesión de pasos es la siguiente:

 

- DEFINICIÓN: Al definir las Habilidades Sociales es necesario tener en cuenta tanto el contenido como las consecuencias: “la competencia social es el conjunto de conductas emitidas por un individuo en un contexto interpersonal que expresa los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos de ese individuo de un modo adecuado a la situación, respetando a los demás, y que generalmente resuelve los problemas inmediatos a la situación mientras minimiza la probabilidad de futuros problemas”. Otras consecuencias de la competencia social son, (Linehan, 1984):

 

 · Efectividad para alcanzar los objetivos de la respuesta.

 

 · Efectividad para mantener o mejorar la relación con otra persona en la interacción.

 

 · Efectividad para mantener la autoestima de la persona socialmente habilidosa. En los porqués que a continuación se detallan aparecen ejemplos de definiciones según estas características.

 

- RAZONES: ¿Por qué es importante tener habilidades sociales en general, y por qué es importante tener ésta habilidad social? No saber interaccionar con los demás, o no poner en marcha una habilidad social determinada en un momento dado, puede llevar al usuario a tener problemas de comportamiento, problemas de salud mental, dificultades en su integración, aislamiento social, baja autoestima, fracaso escolar…

 

Por ejemplo, no saber “decir no”, puede llevar al usuario a terminar haciendo algo que no le guste, con lo que después se va a sentir enfadado, descontento o frustrado (cuando no dijo no a una propuesta de relación sexual que realmente no quería), o incluso terminar haciendo algo que le cree problemas (cuando no dijo no ante la insistencia de un compañero de saltarse ciertas normas del centro), y por último, no “decir no” en el momento adecuado puede crear en los demás una impresión incorrecta de lo que el usuario es y de lo que al usuario le gusta realmente.

 

En cambio, saber “decir no” en el momento oportuno, permite que la persona que hace la propuesta sepa cuál es la postura del usuario y cuáles son sus sentimientos para que esa persona no intente aprovecharse de él, permite al usuario sentirse bien porque no tiene que hacer algo que no quiere hacer, y reduce la probabilidad de que se le vuelva a hacer una propuesta similar.

 

- REGLAS QUE REGULAN SU EMPLEO: La sociedad tiene reglas acerca de cómo desempeñar conductas interpersonales que implican la adecuación de habilidades sociales.

 

Por ejemplo la manera de hablar a personas de status diferentes: no hablamos igual a nuestro entrenador que a un compañero del centro, o no hablamos igual a un familiar que a una persona que acabamos de conocer.

 

Recordar que las Habilidades Sociales:

 

· Son características de las conductas, no de las personas.

 

· Deben contemplarse en el contexto cultural del individuo, así como en términos de otras variables situacionales.

 

· La conducta socialmente habilidosa es situacionalmente específica (su práctica está influida por las características del medio). Diferentes situaciones requieren conductas diferentes. Un individuo es “habilidoso” o “no habilidoso” en situaciones determinadas. Una persona puede tener la habilidad de dar una negativa bien ante personas extrañas, pero no ante familiares.

 

· Dos personas pueden comportarse de un modo distinto en una misma situación, o la misma persona actuar de forma diferente en dos situaciones similares y ser consideradas dichas respuestas con el mismo grado de habilidad social.

 

· La conducta socialmente habilidosa tiene lugar en un contexto interpersonal, son las conductas necesarias para interactuar y relacionarse con los demás de forma efectiva y mutuamente satisfactoria.

 

·  Incluyen componentes verbales y no verbales.

 

· Contienen aspectos motores, cognitivos y fisiológicos.

 

· Acrecientan el reforzamiento social.

 

 

- SITUACIONES EN LAS QUE RESULTA OPORTUNO: En este apartado se comenta al usuario en que situaciones debe poner en marcha esa habilidad, pero también se le advierte de cuándo puede no resultar oportuno, por ejemplo:

 

1. La habilidad de: ”Hacer amigos” resulta oportuno cuando el usuario quiere participar en una actividad grupal con sus compañeros, pero si la persona en concreto de la que el usuario quiere ser amigo, le rechaza, en este caso no sería oportuno poner en marcha dicha habilidad.

 

2. La habilidad de: “Decir que no” resulta oportuno por ejemplo, cuando al usuario le piden dinero por la calle, pero si quien le pide dinero, le amenaza con una navaja, en este caso no sería adecuado dar una negativa, sino que lo correcto sería darle el dinero.

 

 

- PROGRAMACIÓN Y ACTIVIDADES: El entrenamiento en habilidades sociales es costoso e implica grandes dosis de paciencia y tiempo, y los logros van sucediéndose muy lentamente, pero si nuestro objetivo es la integración, las habilidades son requisito imprescindible para que ésta se produzca de manera exitosa.

 

Como ya se ha comentado anteriormente dependiendo del grado de retraso mental y de cada persona en particular las necesidades de entrenamiento serán diferentes y las habilidades a entrenar tendrán distinto nivel de prioridad.

 

A nivel general, inicialmente y como prerrequisito para entrenar cualquier otra habilidad más elaborada, así como para la población con mayor grado de afectación, la prioridad la tienen las conductas no verbales como el contacto ocular, la invasión del espacio interpersonal, determinados cuidados del aspecto físico y la postura corporal. Estas habilidades servirán de base para el entrenamiento de conductas verbales.